Tal día como hoy hace dos añitos nació de ese latido profundo del corazón este proyecto.
Aún no es muy mayor pero ya empieza a demostrar personalidad propia, y después de mucho amamantarla, dedicación y cariño por fin está dando sus primeros pasitos, sus frutos y regalando muchas satisfacciones.
Gracias a todos por vuestra felicitaciones, gracias a todos los que siempre me alientan, me sostienen y me apoyan... amigos y familia... Y sobre todo, a mis alumnos, los que son, los que fueron y los que serán, que hacen que la magia sea posible, que me dan cada día el mejor regalo que puede existir: la experiencia de experimentarme y de compartir lo que me llena el corazón. Gracias por vuestra entrega, vuestra voluntad, disciplina y vuestras sonrisas y alguna que otra cara de póker durante las clases. Gracias por enseñarme tanto. Seguimos una nueva rueda. Gracias.
Namasté