Camina
como si besaras la tierra bajo tus pies decía, “Titch Nhat Hanh”,
Donde quiera que caminamos podemos practicar la meditación. Tendemos a sentir que tenemos que llegar a algún lado, que tenemos que darnos prisa, que se nos va el tiempo. Y rara vez nos paramos a preguntarnos “prisa para qué”.
Cuando se practica la meditación caminando, el fin es simplemente caminar, no llegar a ningún lugar en ningún momento concreto. Es una manera placentera para profundizar en nuestra relación con nuestro cuerpo y la tierra. Respiramos, damos un paso consciente, y volvemos a nuestra verdadera casa, que está justo aquí y ahora.
Comienza
sintiendo tus pasos en la tierra, de qué manera su ritmo es guiado por la
respiración, cuando y cómo inhalas, cuándo y cómo exhalas. Con cada respiración
podemos tomar un solo paso. Observa cómo se produce la pisada, siente el
soporte de la tierra, la atracción de la gravedad. Experimenta las sensaciones
que produce en todo tu cuerpo. Cada respiración consciente, cada paso
consciente, nos recuerda que estamos vivos en este hermoso planeta. No
necesitamos nada más.
Cuando
caminamos así, con nuestro aliento, traemos nuestro cuerpo y nuestra mente de
nuevo juntos. Cuando nuestra mente y nuestro cuerpo se han calmado, vemos con
mayor claridad.
Mira
alrededor, detente en los detalles de la naturaleza, que sientes respecto a lo
que ves, cómo te sientes mientras caminas. A través de tu respiración,
identifica los olores, las sensaciones. Creemos que la tierra es la tierra y
somos algo fuera de ella. Pero la Tierra nos es. Imagina un árbol y nosotros
somos una hoja. La Tierra no es algo que está fuera de nosotros que tenemos que
cuidar, la tierra está en ti, igual que los antepasados, los maestros, cada ser
vivo y que ha vivido está en ti. Para cuidar la tierra, nos ocupamos de
nosotros mismos, para entendernos observamos la tierra.
Cuando miramos nuestra propia formación corporal, cuando empezamos a entender el funcionamiento de nuestra mente, cuando nos paramos a sentir los latidos del corazón, nos damos cuenta de que la naturaleza, el universo están dentro de nosotros. Observa y deja que se produzca la expansión de tu Conciencia.
Inspirado en los Indios Americanos y Mindfulness Walking Meditation de Tich Nhat Hanh