El Otoño es sementera, es paciencia con cierta impaciencia. Es despojo, desapego, transparencia, se caen las hojas y el bosque se vuelve transparente. Cuando se caen las palabras, cuando se detienen los deseos, cuando cesan las expectativas, el alma se vuelve transparente de la trascendencia que la habita.
El Otoño todo es adentro. La primavera todo es afuera, Otoño, silencio, una estación recatada, austera. La primavera es una exhibición espectacular, es un inmenso grito de la naturaleza.
Primero aprende a se Otoño, luego serás Primavera.
J. Fernández Moratiel.